jueves, 25 de enero de 2018

¿Fue bueno o malo el Imperialismo?



Es un hecho que el imperialismo trajo multitud de consecuencias para la humanidad. Se había llegado a una situación en el que las opciones, según algunos analistas de la época eran únicamente dos: o el imperialismo... o la guerra civil.

Pero esos problemas que quizá lo justificaron, o incluso no dejaron elección, son errores de un pasado más lejano. Y digo errores porque, bajo mi punto de vista, el imperialismo trajo más penas que glorias.


Los ciudadanos de la época seguramente no sabían de donde provenían sus riquezas, o porque fueron posibles o viables. Provenían de las colonias en otros continentes del que ahora forma parte el tercer mundo, provenían de los recursos extraídos a veces incluso a base de látigo y sangre en la espalda. Provenían de la destrucción de culturas, pueblos y a veces familias. Del racismo y de la desigualdad. De una sociedad indefensa trabajando exclusivamente para una sociedad de clase más elevada, quedándose con las migajas que les permitían únicamente seguir trabajando.


Aun así, no se puede tampoco negar que algún que otro beneficio recayó sobre las colonias. Avances técnicos, sanidad, protección, estimulación del comercio. Beneficios que se otorgaban única y exclusivamente porque convenía todavía más a los países europeos. Pero beneficios, al fin y al cabo. 
Las consecuencias, buenas y malas fueron muchas, y se podría hablar largo y tendido sobre ellas. Ahora bien, aunque solo hubieran ido dando rosas y felicidad por el mundo, aunque fuera cierto ese "derecho civilizador", aunque no hubiera ápice de racismo en las intenciones, ¿por qué ir a colonizar otras naciones? ¿Quién les dio vela en ese entierro? 


Las consecuencias aún se palpan hoy en día. Es nuestro deber como contemporáneos recordar que la brecha entre los pueblos es aún enorme. Que de aquellos polvos vienen estos lodos, que asfixiarán poco a poco a nuestro mundo. Claro, hasta que muera sin avisar.