domingo, 17 de junio de 2018

¿Estuvo realmente el mundo al borde de una Tercera Guerra Mundial durante la Guerra Fría?

Resultado de imagen de guerra nuclearResulta difícil pensar que un par de hombres elegantemente vestidos y repeinados, situados en extremos opuestos del mundo fueran capaces de destruir todo lo que la humanidad ha construido a lo largo de todos los años de su existencia.

La posibilidad, la capacidad física es innegable. El botón, lamentablemente, existe. Ahora bien, ¿es capaz una persona, da igual ideología, fulminar toda su moral y destruir de un pepinazo la civilización? ¿Qué inspiraría a un dirigente a hacer esto?

Resultado de imagen de misilEstá claro que una nación en su conjunto no permite la afrenta de potencias ajenas gratuitamente. La defensa del propio país es algo casi incuestionable. Si uno de los dos bandos se pasaba de la raya, el otro no se quedaría de brazos cruzados. Es casi lógico pensar en ello.
Cientos de guerras se han sucedido a lo largo de la historia, algunas más catastróficas que otras, algunas pudieron ser evitadas, otras acabaron en el punto de salida. Pero lo que podía haber ocurrido significaba la aniquilación prácticamente total. "No sé cómo será la Tercera Guerra Mundial, pero sí la Cuarta; con piedras y palos" fue el pronóstico de Einstein.

Permítanme ser escéptico. Me cuesta pensar que nadie sea capaz, nadie tenga la poca cordura o la poca cabeza, de pulsar un botón a sabiendas de que se destruirá a si mismo. Un harakiri por orgullo, una insensatez extrema. Las guerras se suceden sin afectar a los dirigentes, siempre por beneficio de ellos. Ahora bien: si la mayoría de civiles mueren, y poniendo como ejemplo a la actualidad, Trump tendría que abandonar su retrete de oro y ponerse a cultivar tierra radioactiva. Y no le veo, oye.

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